La Barrilla
La barrilla es una especie vegetal que se recolectaba antiguamente y dejaba secar para quemarse después, quedándose convertida en unas piedras negras y compactas llamadas «piedras de barrilla». En este estado se exportaba para obtener la sosa necesaria en la fabricación de jabones, de cristales, de tintes, y sobre todo en la química y en la farmacia.
Se cría naturalmente en algunos parajes sobre las costas del mar. Sus tallos multiplicados, delgados, rectos, lisos, un poco rojos, muy ramificados, llegan a la altura de una vara, y duran muchos años.
Pertenece también al género de la barrilla la planta litoral que llamamos salado y corazoncillo, muy común sobre los arenales de nuestras costas. Crece a la altura de vara y media, y sus tallos son redondos, delgados, tortuosos, muy ramosos, vestidos de una película pálida que cubre su parte leñosa, y es un poco rojiza hacia los extremos. Las hojas nacen alternadamente, formando unos grupitos laterales, y son pequeñas, cilíndricas, o algún tanto cónicas, rollizas, lampiñas, pulposas, llenas de zumo salado, romas por arriba con un piquillo, y dos rayas finas por los lados. Carecen de pezón, y la base de cada grupo está rodeada de una corta pelusa blanca, etc.
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